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Bienvenidos a nuestro blog de E-A Expresión Plástica y Visual de la UCAM. Esperamos que disfrutéis de este blog y que sobre todo, os sirva de ayuda.


sábado, 25 de enero de 2014

Temas 5 y 6



Tema 5

Herramientas del lenguaje visual


El lenguaje visual es el código específico de la comunicación visual. El lenguaje visual se articula a través de dos grandes grupos de herramientas con las que construimos los significantes y significados de los mensajes y con las que organizamos, ordenamos y jerarquizamos esos elementos. A las primeras las llamamos herramientas de configuración y a las segundas herramientas de organización.

Herramientas de configuración
El tamaño
Se refiere a las dimensiones físicas del producto visual. Se selecciona en relación con la escala del espectador y Sigue tres criterios: el impacto psicológico, el efecto de notoriedad y la comodidad de manejo o de ubicación.
El impacto psicológico tiene que ver con la relación que se establece físicamente entre el espectador y la representación visual. Ante  una imagen pequeña, se establece una relación de predominio por parte del espectador, mientras que ante una grande se establece una relación de predominio por parte de la imagen. Cuando el producto visual es de gran tamaño y supera los límites de lo habitual, de manera que su visualización se convierte en un evento, al percibirlo estamos seleccionando el efecto de notoriedad. Por último está el criterio de comodidad, que también se puede llamar manejo o ubicación, que es el recurso más utilizado en la elección de la herramienta de tamaño, y que es seleccionado cuando el tamaño viene impuesto al creador de la imagen. 

La forma
La forma es la determinación exterior de la materia, los límites exteriores del material visual. Se puede clasificar en dos grandes grupos: las formas orgánicas, que son habituales en el mundo natural y tienden a ser irregulares y ondulantes, y las formas artificiales de tipo geométrico que son, en su mayoría, creadas por el hombre y suelen ser regulares y rectas.
El constructor de imágenes puede trabajar a tres niveles de selección de la forma: del producto visual como objeto, del contenido del producto visual y del espacio que alberga el producto visual. La forma del producto visual como objeto se refiere a las características visuales de los límites físicos de representación visual. Con el término forma del contenido del producto visual, nos referimos a las características formales de los elementos que se encuentran dentro de dichos límites.

El color
El color es una herramienta visual cargada de información, por lo que constituye uno de los recursos más importantes para transmitir significados a través del lenguaje visual. Existen básicamente dos tipos de colores: los colores-pigmento, que son aquellos en los que se trabaja el color como materia y que se pueden tocar físicamente, y los colores-luz, de carácter intangible.
Los colores primarios que forman el subgrupo del color son el cian, el amarillo y el magenta, siendo el negro la suma de todos. En los colores luz, los primarios son el rojo, el verde y el azul y se mezclan mediante la síntesis aditiva, siendo la suma de todos ellos el blanco.
Para transmitir un mensaje es importante tener en cuenta la luminosidad, la saturación y la temperatura. Luminosidad se refiere a la cantidad de luz que posee un color. Saturación a los niveles de pureza del color en relación al gris. Y temperatura del color hace referencia a un fenómeno visual expresado en términos de sensaciones corporales. 

La iluminación
La herramienta de iluminación transmite significado desde dos niveles: el tipo de iluminación que elige el autor y el tipo de luz que se utiliza para iluminar un objeto desde su exterior.
Los criterios de selección de la iluminación son cuatro: tipo de fuente (natural o artificial), cantidad (claves altas o bajas), temperatura (caliente o fría) y orientación (a favor de la lectura, a contralectura, picado o contrapicado). 

La textura
Se denomina textura al material que se elige como soporte y construcción de la imagen y se define como la materia de la que está construido un producto visual.  Se trabaja con dos tipos de textura: la textura del soporte y la de los materiales que se aplican sobre el soporte.
Debemos hablar también de textura real y textura simulada o visual. En la real, la textura que percibimos con la vista se corresponde a la que percibimos con el tacto. En la simulada, lo que percibimos por la vista y el tacto no coincide. Otro tipo de textura, la ficticia, es la que engaña al receptor y le hace creer que el producto es de una calidad cuando realmente es de otra.


Herramientas de organización
La composición
Componer una imagen consiste en ordenar las herramientas en función del mensaje que se quiere transmitir, de manera que cada elemento encaje con todos.
Recursos para crear una composición reposada: constantes, simétricos, rectos, centrípetos, completos y centrados. Para crear una composición dinámica: inconstantes, asimétricos, oblicuos, centrífugos, incompletos y descentrados.

La retórica visual
La retórica visual es la herramienta de organización que se utiliza para interconectar los distintos significados de los componentes del producto visual. Así, hay un sistema de organización del lenguaje visual en el que el sentido figurado de los elementos representados organiza el contenido del mensaje. Se utiliza cuando se quieren emplear ciertos elementos de la comunicación visual para transmitir un sentido distinto del que propiamente les corresponde, existiendo entre el sentido figurado y el propio alguna semejanza donde establecer una referencia.
Las retóricas más empleadas se dividen en cuatro grupos: sustitución (metáfora, alegoría, metonimia, calambur, prosopopeya), comparación (oposición, paralelismo, gradación), adjunción (repetición, epanadiplosis, hipérbole, préstamo) y supresión (elipsis).


Tema 6

La fase esquemática, de 7 a 9 años

A los 7 años el niño ha desarrollado un símbolo satisfactorio para una persona y para los objetos que le son familiares. A este símbolo lo llamamos esquema si se repite una y otra vez. El esquema de un objeto puede estar determinado por la forma en que un niño ve algo, por la significación emocional asociada a ello, por las experiencias cenestésicas con el objeto, por las impresiones táctiles del mismo, o por cómo funciona o se comporta un objeto.
Las imágenes mentales que tiene un niño de los objetos de su entorno son el resultado de un proceso mental; el dibujo en el papel es el símbolo de esa imagen mental, el símbolo que representa al objeto. El producto artístico, por tanto una indicación de la forma en la que el niño comprendo e interpreta el espacio y los objetos.
El esquema consiste normalmente en figuras geométricas que pierden su significado cuando se separan del todo. Algunas veces, para hacer el cuerpo se usan óvalos, triángulos, círculos, rectángulos o formas irregulares y para las piernas, brazos y ropa otro tipo de formas.
Cuando un niño dibuja o pinta un paisaje, la línea básica puede usarse para simbolizar la base sobre la que descansan las cosas o para representar la superficie del paisaje. Los niños de esta edad raramente dibujan algo que no esté referido a la línea básica, incluso si aparecen dos o más líneas básicas en un dibujo.
Aunque la línea básica normalmente representa el espacio en los dibujos y pinturas, hay ocasiones en que una experiencia relevante obliga al niño a desviarse de este tipo de esquema. Éstas son las representaciones espaciales subjetivas. El plegado pertenece a esta categoría, expresando un concepto de espacio dibujando objetos que parecen estar cabeza abajo.
Hay otro modo interesante, no visual, de representar puntos de vista distintos que no podrían verse al mismo tiempo. Un niño puede describir simultáneamente el interior y el exterior de un edificio o recinto siempre que el interior tenga mayor importancia. Sin darse cuenta de la imposibilidad de tal concepto visual, el niño mezcla en interior y el exterior, concentrándose tanto en el interior que trata el exterior como si fuera transparente.
Las representaciones de tiempo y espacio incluyen en un dibujo secuencias temporales diferentes o impresiones espaciales distintas. Lo mismo que los niños inventan formas de mostrar objetos en dos y tres dimensiones, a veces haciendo uso del plano y el alzado simultáneamente, así inventan también formas de mostrar acontecimientos que ocurren secuencialmente. Según parece, los niños tienen distintas razones para desarrollar estas representaciones espacio-temporales, y es importante entenderlas ya que pueden construir una abundante fuente de recursos para la motivación.
Si hablamos de color y diseño, tenemos que decir que el niño descubre naturalmente que existe una relación entre el color y el objeto. Ya no es una elección aleatoria o emocional lo que decide qué color se elige para los objetos de una pintura. El niño dibuja ahora el medio de modo más objetivo y ha desarrollado relaciones espaciales definidas. También en el color el niño ha descubierto una relación determinada semejante. Lo mismo que se repite una y otra vez el esquema para una persona, también se repiten los mismos colores para los mismos objetos.








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