Tema 5
Herramientas del lenguaje visual
El lenguaje visual es el código específico de la
comunicación visual. El lenguaje visual se articula a través de dos grandes
grupos de herramientas con las que construimos los significantes y significados
de los mensajes y con las que organizamos, ordenamos y jerarquizamos esos
elementos. A las primeras las llamamos herramientas de configuración y a las
segundas herramientas de organización.
Herramientas
de configuración
El tamaño
Se refiere a las dimensiones físicas del producto visual.
Se selecciona en relación con la escala del espectador y Sigue tres criterios:
el impacto psicológico, el efecto de notoriedad y la comodidad de manejo o de
ubicación.
El impacto psicológico tiene que ver con la relación que
se establece físicamente entre el espectador y la representación visual.
Ante una imagen pequeña, se establece
una relación de predominio por parte del espectador, mientras que ante una
grande se establece una relación de predominio por parte de la imagen. Cuando
el producto visual es de gran tamaño y supera los límites de lo habitual, de
manera que su visualización se convierte en un evento, al percibirlo estamos
seleccionando el efecto de notoriedad. Por último está el criterio de
comodidad, que también se puede llamar manejo o ubicación, que es el recurso
más utilizado en la elección de la herramienta de tamaño, y que es seleccionado
cuando el tamaño viene impuesto al creador de la imagen.
La
forma
La forma es la determinación exterior de la materia, los
límites exteriores del material visual. Se puede clasificar en dos grandes
grupos: las formas orgánicas, que son habituales en el mundo natural y tienden
a ser irregulares y ondulantes, y las formas artificiales de tipo geométrico
que son, en su mayoría, creadas por el hombre y suelen ser regulares y rectas.
El constructor
de imágenes puede trabajar a tres niveles de selección de la forma: del
producto visual como objeto, del contenido del producto visual y del espacio
que alberga el producto visual. La forma del producto visual como objeto se
refiere a las características visuales de los límites físicos de representación
visual. Con el término forma del contenido del producto visual, nos referimos a
las características formales de los elementos que se encuentran dentro de
dichos límites.
El
color
El color es una
herramienta visual cargada de información, por lo que constituye uno de los
recursos más importantes para transmitir significados a través del lenguaje
visual. Existen básicamente dos tipos de colores: los colores-pigmento, que son
aquellos en los que se trabaja el color como materia y que se pueden tocar
físicamente, y los colores-luz, de carácter intangible.
Los colores
primarios que forman el subgrupo del color son el cian, el amarillo y el
magenta, siendo el negro la suma de todos. En los colores luz, los primarios
son el rojo, el verde y el azul y se mezclan mediante la síntesis aditiva,
siendo la suma de todos ellos el blanco.
Para transmitir
un mensaje es importante tener en cuenta la luminosidad, la saturación y la
temperatura. Luminosidad se refiere a la cantidad de luz que posee un color.
Saturación a los niveles de pureza del color en relación al gris. Y temperatura
del color hace referencia a un fenómeno visual expresado en términos de sensaciones
corporales.
La
iluminación
La herramienta de iluminación transmite significado desde
dos niveles: el tipo de iluminación que elige el autor y el tipo de luz que se
utiliza para iluminar un objeto desde su exterior.
Los criterios de selección de la iluminación son cuatro:
tipo de fuente (natural o artificial), cantidad (claves altas o bajas),
temperatura (caliente o fría) y orientación (a favor de la lectura, a
contralectura, picado o contrapicado).
La textura
Se denomina textura al material que se elige como soporte
y construcción de la imagen y se define como la materia de la que está
construido un producto visual. Se
trabaja con dos tipos de textura: la textura del soporte y la de los materiales
que se aplican sobre el soporte.
Debemos hablar también de textura real y textura simulada
o visual. En la real, la textura que percibimos con la vista se corresponde a
la que percibimos con el tacto. En la simulada, lo que percibimos por la vista
y el tacto no coincide. Otro tipo de textura, la ficticia, es la que engaña al
receptor y le hace creer que el producto es de una calidad cuando realmente es
de otra.
Herramientas
de organización
La composición
Componer una imagen consiste en ordenar las herramientas
en función del mensaje que se quiere transmitir, de manera que cada elemento
encaje con todos.
Recursos para crear una composición reposada: constantes,
simétricos, rectos, centrípetos, completos y centrados. Para crear una
composición dinámica: inconstantes, asimétricos, oblicuos, centrífugos, incompletos
y descentrados.
La
retórica visual
La retórica visual es la herramienta de organización que
se utiliza para interconectar los distintos significados de los componentes del
producto visual. Así, hay un sistema de organización del lenguaje visual en el
que el sentido figurado de los elementos representados organiza el contenido
del mensaje. Se utiliza cuando se quieren emplear ciertos elementos de la
comunicación visual para transmitir un sentido distinto del que propiamente les
corresponde, existiendo entre el sentido figurado y el propio alguna semejanza
donde establecer una referencia.
Las retóricas más empleadas se dividen en cuatro grupos:
sustitución (metáfora, alegoría, metonimia, calambur, prosopopeya), comparación
(oposición, paralelismo, gradación), adjunción (repetición, epanadiplosis,
hipérbole, préstamo) y supresión (elipsis).
Tema 6
La fase esquemática, de 7 a 9 años
A los 7 años el niño ha desarrollado un símbolo
satisfactorio para una persona y para los objetos que le son familiares. A este
símbolo lo llamamos esquema si se repite una y otra vez. El esquema de un
objeto puede estar determinado por la forma en que un niño ve algo, por la
significación emocional asociada a ello, por las experiencias cenestésicas con
el objeto, por las impresiones táctiles del mismo, o por cómo funciona o se
comporta un objeto.
Las imágenes mentales que tiene un niño de los objetos de
su entorno son el resultado de un proceso mental; el dibujo en el papel es el
símbolo de esa imagen mental, el símbolo que representa al objeto. El producto
artístico, por tanto una indicación de la forma en la que el niño comprendo e
interpreta el espacio y los objetos.
El esquema consiste normalmente en figuras geométricas
que pierden su significado cuando se separan del todo. Algunas veces, para
hacer el cuerpo se usan óvalos, triángulos, círculos, rectángulos o formas
irregulares y para las piernas, brazos y ropa otro tipo de formas.
Cuando un niño dibuja o pinta un paisaje, la línea básica
puede usarse para simbolizar la base sobre la que descansan las cosas o para
representar la superficie del paisaje. Los niños de esta edad raramente dibujan
algo que no esté referido a la línea básica, incluso si aparecen dos o más
líneas básicas en un dibujo.
Aunque la línea básica normalmente representa el espacio
en los dibujos y pinturas, hay ocasiones en que una experiencia relevante
obliga al niño a desviarse de este tipo de esquema. Éstas son las
representaciones espaciales subjetivas. El plegado pertenece a esta categoría,
expresando un concepto de espacio dibujando objetos que parecen estar cabeza
abajo.
Hay otro modo interesante, no visual, de representar
puntos de vista distintos que no podrían verse al mismo tiempo. Un niño puede
describir simultáneamente el interior y el exterior de un edificio o recinto
siempre que el interior tenga mayor importancia. Sin darse cuenta de la
imposibilidad de tal concepto visual, el niño mezcla en interior y el exterior,
concentrándose tanto en el interior que trata el exterior como si fuera
transparente.
Las representaciones de tiempo y espacio incluyen en un
dibujo secuencias temporales diferentes o impresiones espaciales distintas. Lo
mismo que los niños inventan formas de mostrar objetos en dos y tres
dimensiones, a veces haciendo uso del plano y el alzado simultáneamente, así
inventan también formas de mostrar acontecimientos que ocurren secuencialmente.
Según parece, los niños tienen distintas razones para desarrollar estas
representaciones espacio-temporales, y es importante entenderlas ya que pueden
construir una abundante fuente de recursos para la motivación.
Si hablamos de color y diseño, tenemos que decir que el
niño descubre naturalmente que existe una relación entre el color y el objeto.
Ya no es una elección aleatoria o emocional lo que decide qué color se elige
para los objetos de una pintura. El niño dibuja ahora el medio de modo más
objetivo y ha desarrollado relaciones espaciales definidas. También en el color
el niño ha descubierto una relación determinada semejante. Lo mismo que se
repite una y otra vez el esquema para una persona, también se repiten los
mismos colores para los mismos objetos.
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