Lowenfield, V. y Lambert, B. Desarrollo de la capacidad intelectual y creativa.
Madrid: Síntesis, 2008.
Capítulo 8: La conquista de un
concepto de la forma, pp. 289-338
Resumen:
El momento en el que un niño
empieza a realizar esquemas mentales de su entorno más próximo y conocido es a
partir de los 7 años aunque es una aproximación, ya que hay niños que empiezan
a dibujar esquemas en la fase preesquemática. Estos esquemas de objetos se ven
afectados por la forma en la que un niño lo concibe, los sentimientos y
emociones que le transmiten, por la función que tiene tal objeto o por el
comportamiento que posea.
Las características de los
dibujos esquemáticos para un niño de esta edad hace que el dibujo sea
reconocible sin problemas. Incluirá rasgos
diversos, símbolos diferenciados (manos, pies), es importante también resaltar
que empiezan a caracterizar la simetría del cuerpo. La perspectiva es de
frente, ya que los elementos todavía distan de relacionarse entre sí y mirar de
lado o de costado. Es decir, el niño sabe y es consciente de que hay diversos
elementos que se relacionan entre sí, pero el esquema espacial es lineal, todos
compartiendo una relación espacial común, pero en una línea básica, que es
universal y es parte del desarrollo natural de un niño. Ésta indica movimiento
o un itinerario de viaje. El niño en esta fase tiene poca conciencia de cómo se
representa el aspecto tridimensional del espacio.
Además de la línea básica que se
utiliza para indicar movimiento, también es usada para indicar parte del
paisaje, como una base sobre la que descansan otros elementos o cosas, como por
ejemplo, la superficie.
Otra característica de esta etapa
es que el niño se relaciona de manera activa con el medio que representa en sus
dibujos.
Sin embargo, existen otras
maneras de representar espacialmente los objetos, y son las representaciones
espaciales subjetivas, y es a través de la técnica del ‘plegado’. Estas experiencias
espaciales subjetivas tienen como consecuencia una mezcla de plano y alzado. Muchas
veces se ve una parte de egocentrismo en este tipo de obras.
Las representaciones en rayos X:
ésta es una forma de representación en la que el niño muestra tanto el interior
como el exterior de una imagen (edificio, por ejemplo), siempre que el interior
tenga mayor peso.
La representación en tiempo y
espacio: son secuencias espacio-temporales que son importantes analizar ya que
nos puede ayudar a encontrar fuentes de motivación. Su función principal es
servir de nexo para contar historias.
El significado de las variaciones
en el esquema es de suma importancia; los niños no son conscientes de ello y muchas
veces el origen está en las experiencias autoplásticas, y existen tres formas
principales de dicha variación:
- Exageración
de las partes importantes.
- Descuido
u omisión de partes no importantes u ocultas.
- Cambio
de símbolos para partes relevantes.
Significado del color y el
diseño: el niño ahora es más objetivos a la hora de elegir estos dos elementos
y en cierta manera, los automatiza y repite tales diseños en posteriores
composiciones. Los niños eligen sus propias composiciones cromáticas, muchas
veces afectado por su concepción visual o emocional del color.
El desarrollo del niño en la
escuela primaria: el niño procura encontrar un
orden en el medio ambiente y desarrollar fórmulas para una conducta adecuada
(Piaget, 1959); va cambiando su actitud egocéntrica y esto se nota también en
su desarrollo integral, ya que empieza a compartir los sentimientos de los
demás y aumenta su capacidad para compartir.
Los dibujos esquemáticos como
reflejo del desarrollo: uno de los indicadores del
crecimiento del intelecto infantil es la percepción cada vez mayor del mundo de
alrededor. El conocimiento activo del niño revela su concepto del mundo que lo
rodea y su interés por ello.
Motivación artística: es importante además de la
motivación en clase, la que se hace de manera individual o un pequeño grupo
acerca del tema que se esté viendo. Para ello, es imprescindible que exista un ambiente
flexible, abierto al diálogo.
El tema: en el arte, los niños no están
forzados a conformarse con las normas externas impuestas por maestros, padres,
sociedad, etc., sino que la experiencia artística es más libre y abierta y ha
de ser realmente una expresión del niño.
Materiales artísticos: deben satisfacer las necesidades
expresivas de los niños. El profesor no debe interrumpir la creación del niño,
sino que debe presentarle el material apropiado en el momento clave para que el
niño lo utilice; además, todo material debe hacer su propia aportación. Por último,
el profesor no debe saturar ni abrumar a los alumnos con demasiados materiales.
Valoración crítica y aplicación en el aula:
Este texto ayuda a entender cómo
funcionan los procesos cognitivos en niños de primaria de entre 7 y 9 años. Son
muchos elementos que hemos de tener en cuenta a la hora de preparar a los niños
para que desarrollen su expresión artística, y los criterios que hemos de
seguir para detectar posibles problemas o fuentes de motivación a través de sus
dibujos y/o composiciones.
En mi opinión, tal y como se ha planteado
en el documento, hay que dejar libertad a los alumnos para que saquen toda la creatividad
que tienen dentro, no abrumarlos con demasiados materiales sino ser en cierto
modo una guía que les vamos dando en el momento en el que ellos están más
preparados para utilizarlos, y una vez terminadas sus obras de arte, esto nos
puede dar muchas pistas ya que cualquier elemento que aparezca en el dibujo,
nos da múltiples pistas y es una fuente de riqueza para conocer a los niños y
sus procesos mentales y cognitivos.
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